Tres tecnologías que podrían dar forma a la industria del audio profesional en el futuro

Cuando se trata de cómo escuchamos audio, vivimos en tiempos de incertidumbre. Por un lado, tenemos formatos de monitorización que requieren múltiples configuraciones de altavoces. Por otro lado, tenemos personas que consumen audio a través de auriculares o altavoces inteligentes de un solo canal.

Cuando se trata de escuchar al consumidor, la comodidad es la clave. Ya sea el uso de Bluetooth para conectividad o parlantes inteligentes inalámbricos, que ofrecen más que solo reproducción de música en la casa: la mayoría los usa en mono y, a menudo, con un sonido que no es el mejor de su clase.

Sería demasiado exagerado llamar a esto un período «post-orador». Quizás una mejor comparación sería con la religión organizada. En el ámbito del audio, durante mucho tiempo existió la “religión mundial” de escuchar en dos canales a través de parlantes físicos. Este fue, para muchos, el audio fe recibido, al que todos nos suscribimos. Ahora tenemos múltiples religiones en materia de audio y ya no se puede asumir que todos creen en la fe de dos altavoces de alta fidelidad. En el mundo religioso, se llama pluralismo; no podría haber una palabra mejor para describirlo en el lenguaje de escucha de audio.

Los dos parlantes de alta fidelidad que escuchan Faith enfrentan una amenaza existencial desde todos lados: desde sistemas Atmos de mega euros hasta alguien feliz de escuchar en el altavoz de su teléfono o en un solo auricular.

Para aquellos de nosotros que mezclamos audio para música o imágenes, representa un gran desafío. No podemos ignorar esta nueva realidad auditiva. Una de las bases más sólidas que teníamos era que la mayoría escucharía a través de un par de parlantes y en estéreo. Eso ya no es una certeza.

Se están creando tecnologías para ayudarnos a afrontar este desafío, como la monitorización binaural y los espacios de monitorización virtual, pero nuestro mundo de productos de audio sencillos está cambiando rápidamente y todos debemos mantenernos al día.

Existen algunas tecnologías que ofrecen mezclas basadas en metadatos, es decir, mezclas que se adaptan al dispositivo de reproducción, siendo Atmos una de esas tecnologías. Esto nos permite ofrecer un formato y dejar que el equipo del consumidor mezcle ese contenido para adaptarlo mejor al entorno de reproducción.

Quizás deberíamos dedicar menos tiempo a pensar en el audio que circula por la habitación y concentrarnos en usar mezclas basadas en objetos que se traduzcan bien en todos los dispositivos. Esta es sin duda un área donde la televisión podría beneficiarse, al tener objetos de audio controlables usando el formato MPEG-H que ofrece la posibilidad de subir y bajar los canales de diálogo y música al gusto.

Para concluir

Como dijo una vez Benjamín Franklin: «Dos cosas son seguras: la muerte y los impuestos». Nos gustaría sugerir un tercero en el cambiante mundo del audio profesional, ¡y eso es un cambio!

Estas son tres áreas que debemos observar y ciertamente no son temas que debamos ignorar.